domingo, 30 de mayo de 2010

La política es un acto de equilibrio entre la gente que quiere entrar y aquellos que no quieren salir. Jacques Benigne Bousset


LOS NUEVOS ROSTROS DE LA CORRUPCIÓN POLÍTICA


Hace unas semanas hablamos de Francis Allison y su breve pero sustancioso prontuario político, que lo ubica como conspicuo representante de la nueva generación de políticos sinvergüenzas en nuestro país. Hoy nos toca hacer una “semblanza” de quien lo acompaña en la cima del ranking de los nuevos rostros de la política corrupta: Salvador Heresi Chicoma, quien pretende pasar un período más (sería el tercero) como alcalde de San Miguel, distrito que este año está celebrando su 90 aniversario y del cual este personaje se ha servido para hacerse rico y favorecer a sus allegados más directos, gracias a las malas artes que aprendió desde muy joven de su amigo y colega, el Dr. Álex Kouri Boumachar, a quien ahora apoya abiertamente después de varios años de haber jugado en pared para su propio beneficio.

Podríamos empezar citando su falta de lealtad al partido que lo hizo alcalde, el PPC, al cual renunció apenas vio que su lideresa Lourdes Flores Nano, no respaldó sus intenciones de ser el candidato de esta agrupación a la Municipalidad de Lima. El 20 de enero del 2010 declaró para El Comercio lo siguiente: “No renunciaré al PPC y mi candidato para Lima es Lourdes Flores Nano” y en menos de dos semanas anunció su renuncia al PPC y su apoyo a la candidatura de Álex Kouri al sillón municipal de la capital. Bien dicen que en política no hay que ser ingenuos, pues resulta evidente que este cambio de opinión no se produjo de la noche a la mañana, sino que venía conversándose desde hacía tiempo atrás. Desde sus épocas de jóvenes militantes del partido fundado por Luis Bedoya Reyes, Heresi y Kouri mantiene fortísimos lazos de amistad, la cual se ha manifestado no solo en este acto de transfuguismo disfrazado de renuncia, sino también en intercambio de favores laborales para sus familiares y amigos.

Cuando llegó a la alcaldía de San Miguel por primera vez, en el año 2002, la familia de Salvador Heresi vivía en una casa común y corriente de dos pisos, ubicada en una de las principales arterias del distrito, la Av. Federico Gallese, propiedad de sus padres. Y como desde siempre supo que su principal talento no era necesariamente la política transparente, desarrolló una breve e incipiente carrera como cantante de rock, destrozando canciones clásicas de The Beatles. Su pasión por la música del cuarteto británico lo llevó a cometer uno de los despropósitos más increíbles dentro de su gestión como alcalde: levantó un monumento a John Lennon en el parque Bertolotto, a pocas cuadras de su casa. Casi como hacerse un regalo de cumpleaños con dineros públicos. Como siempre, la frágil noción de protesta ciudadana que padecen casi todos los distritos de Lima permitió que este hecho pasara prácticamente desapercibido y el insólito monumento sigue ahí, inútil y tan muerto como el famoso y admirado cantante inglés.

De alguna manera ese fue un ensayo que le sirvió para darse cuenta de que podía hacer cosas más grandes y peores. De levantar un monumento a su artista favorito en lugar de arreglar avenidas caóticas como La Paz y Libertad (que siguen igual) y de repartir vales de gasolina entre sus hermanos y amigos de barrio, Heresi dio el salto al enriquecimiento ilícito más abyecto y desvergonzado: con un sueldo de funcionario público que bordea los 8,600 soles, Salvador Heresi adquirió en los últimos siete años, dos departamentos en San Isidro y una casa de playa en el exclusivo balneario de Asia. Algo parecido ha conseguido su hermano Carlos, misterioso asesor del Gobierno Regional del Callao desde hace casi la misma cantidad de años y su esposa es Gerenta de Organizaciones Vecinales de la municipalidad chalaca.

Las diferencias entre las declaraciones juradas que Heresi presentó cada vez que postuló a la alcaldía de San Miguel y sus propiedades, viajes y actividades personales que incluyen relaciones con “estrellas” femeninas de la farándula limeña, generaron un revelador reportaje en el programa Cuarto Poder propalado en mayo del 2009. En el reportaje, Heresi intenta defenderse de cualquier manera y solicita “una profunda investigación a la Contraloría”, que por aquel entonces se encontraba descabezada y que hoy es un organismo público virtualmente invisible dirigido por el economista Fouad Khoury Zarzar, quien desde su asunción como Contralor General de la República no ha informado a la población acerca del resultado de esa investigación.

Actualmente, en cada mítin y aparición en plaza pública de Álex Kouri, podemos ver a Salvador Heresi Chicoma aplaudiendo, bailando y apoyando la candidatura del amigo de Vladimiro Montesinos, seguro de haber dado un gran paso en su carrera, como cuando apareció de la mano con Alan García, caminando por la Costa Verde, haciendo publicidad al proyecto Playa para Todos. Y a pesar de todas estas perlas, se perfila como el único candidato de fuerza a la alcaldía de San Miguel, pues ha iniciado una desesperada cadena de obras públicas en este último tramo de su gestión, que incluyen la construcción de un nuevo palacio municipal cuyos presupuestos nadie conoce al detalle. Definitivamente estamos ante una nueva generación de políticos que optan por abandonar las ideologías para abrazar los oscuros caminos de la corrupción.



Y USTED ¿QUÉ OPINA?

¿Salvador Heresi merece ser nuevamente alcalde de San Miguel?

¿Debería la prensa indagar más sobre la denuncia de su desbalance patrimonial?

domingo, 23 de mayo de 2010

Como los políticos nunca creen lo que dicen, se sorprenden cuando alguien sí lo cree. Charles de Gaulle

CORRUPCIÓN RADICAL: LAS MIL Y UNA DE ÁLEX KOURI


En el mundo de las ideas, el vocablo “radical” identifica las posturas extremas, intransigentes, que buscan romper con todo lo establecido, sin contemplaciones de ninguna clase, para empezar de cero algo nuevo. En el mundo de los deportes de aventura, el término es utilizado para las maniobras arriesgadas, que requieren de elevadas dosis de osadía y destreza. Y en sentido llano, “radical” proviene de “raíz”, es decir aquello fundamental, profundo y básico. En todos esos sentidos la palabra “radical” puede asociarse tranquilamente al camino político de Álex Kouri Bumachar, pero no asociada al cambio (como pretende ahora venderse en su nuevo partido-vientre de alquiler) sino a la corrupción.

Porque Kouri es un corrupto radical: de raíz, extremo y avezado. Toda su carrera política está ligada a actos de corrupción monumentales, que él niega y voltea a su antojo, cual experimentado editor de periódico de 0.50 céntimos, con un cinismo igual de monumental. Evidentemente, lo hace delante de quienes le dan espacio para hacerlo, periodistas que por ignorancia, por orden de sus superiores o por darse ínfulas de abiertos “a todos los lados de la historia”, le conceden largas entrevistas para que el señor sonría y regale bolsas de azúcar con su rostro impreso en empobrecidas poblaciones del Callao, provincia constitucional que él administra y desvalija desde hace casi quince años. Y no conforme con eso ahora se perfila como candidato de fuerza a la Municipalidad de Lima, gracias a los vacíos y las imperfecciones de una ley electoral que le permite unirse a una “agrupación política” que no tiene partidarios ni programas y ni siquiera nombre fijo y postular si vivir en el distrito al que postula.

Desde su aparición como congresista en el espúreo CCD de Fujimori, al que llegó cuando era joven partidario del PPC, Álex Kouri se las arregló para mantenerse en el ojo público gracias a sus amigos en el Gobierno Central y en la prensa amarilla, que le regalaban titulares de bandera y lo promocionaban como poseedor de un carisma dudoso. En el año 2000, Álex Kouri se reunió hasta en 10 oportunidades con Vladimiro Montesinos, de la mano de su amigo José Francisco Crousillat, para solicitar “favores” de toda clase y para hacer recomendaciones sobre cómo demoler a sus rivales políticos y realzar su propia imagen. Asimismo, para nadie es un secreto que fue Álex Kouri quien facilitó la mítica reunión de Montesinos con su hermano Beto, que se convertiría en el primer “vladivideo”, el inicio del fin de la dictadura fujimontesinista.

Después de renunciar al PPC funda su propio movimiento político, Chim Pum Callao, con el que llega a la alcaldía y se mantuvo en ella durante tres períodos (1996-2006). Luego, bajo el mismo rótulo, fue elegido Presidente Regional del Callao, cargo que concluye este año. A pesar de todo ese tiempo en posición de poder, los problemas de seguridad ciudadana y alta criminalidad, salud, transporte no han sido resueltos a pesar del canon y los ingentes presupuestos que ha manejado. Tampoco ha hecho nada, ni como alcalde ni como presidente regional, para solucionar la grave contaminación por el plomo que emana de la faja transportadora de metales, la cual afecta a los niños con enfermedades bronco-pulmonares y la salud de miles de chalacos. Su figura se levanta sobre la base del autobombo, los vítores de un grupo portátil con muchos elementos de dudosa reputación, derroche de dinero y una sostenida campaña en los medios de prensa.

Entre sus últimas “perlas” solo mencionaremos dos, por su importancia y sus dimensiones: el peaje de la Av. Elmer Faucett y la remodelación de la Av. Néstor Gambetta. En la primera, todos recordamos el descarado negocio con la empresa Convial, gerenciada por su ex-suegro, con la cual armó el tinglado del peaje que debía pagarse para poder ingresar a una vía de solo 18 cuadras. Durante el tiempo que los ciudadanos sufrieron con la imposición de ese peaje, Kouri y Convial recaudaron más de 24 millones de soles y aun está procesado por ese caso. Aunque logró librarse de varios de los cargos, gracias a las argucias abogadiles típicas de estos personajes, la condena moral de la opinión pública no prescribe ni se deroga.

En el caso de la Av. Gambetta, Kouri no dudó en aprovechar su amistad con Alan García para beneficiarse con un Decreto de Urgencia (052-2009) para disponer de casi 520 millones de nuevos soles para “mejorar” la citada avenida. Según los expertos, la inversión en el proyecto apenas llegaría a los 100 millones de soles. El tema, por supuesto, no es profundizado por nadie en la prensa convencional, que en ese sentido termina jugando un lamentable papel de cómplice, una vez más, en estos desfalcos de dinero público. Con todo este rabo de paja a cuestas, resulta increíble que Álex Kouri esté peleando voto a voto el primer lugar en las encuestas pre-electorales y que su llegada al sillón de Nicolás de Rivera sea probable.

¿Y USTED QUÉ OPINA?

Con todo este prontuario ¿usted cree que Álex Kouri sería un buen alcalde?

¿Cree usted que esas encuestas reflejan la verdadera opinión que la ciudadanía tiene sobre Álex Kouri?

domingo, 16 de mayo de 2010

Para el que no tiene nada, la política es una tentación comprensible, porque es una manera de vivir con bastante facilidad. Miguel Delibes.

EL PUBLICISTA DE LA CORRUPCIÓN


Generalmente, nos damos cuenta de que un personaje público es corrupto cuando se ven permanentemente en el ojo de las tormentas que ellos mismos provocan, por descuido o por descaro, y sus arreglos y componendas salen a la luz abiertamente. Y aunque terminan escapando siempre de sus responsabilidades, el imaginario colectivo los reconoce como agentes de la corrupción apenas los ve y sus nombres son casi sinónimos de este flagelo que azota a nuestro querido Perú desde hace tantas décadas: Alberto Fujimori, Vladimiro Montesinos, Alan García son buenos ejemplos de ello.

Pero hay otros casos que pasan aparentemente desapercibidos y se mantienen, con los años, caminando en la frontera entre lo que es la abierta corrupción y lo que podríamos llamar una participación transversal en actos corruptos. No importa cuán abyecta y purulenta haya sido la maquinaria política para la que el personaje en cuestión haya trabajado, el público sabe que no es ningún santo pero no está del todo convencido de su naturaleza corrupta, tan corrupta como la de los jefes a quienes sirvió. El caso más emblemático de este tipo de político es Carlos Fernando Raffo Arce, comunicador y publicista de profesión, que opera desde 1999 como jefe de prensa, escudero agresivo y productor “creativo” de videos y jingles (el tristemente célebre Baile del Chino es de su autoría) de Alberto Fujimori y familia.

En los últimos días, Raffo ha vuelto al candelero debido a la acusación que pesa sobre él, relacionada a los 400 mil dólares que presuntamente recibió de Vladimiro Montesinos para financiar la campaña de reelección de Fujimori para el período 2000-2005.

Los testimonios son clarísimos. María Angélica Arce, secretaria del oscuro asesor presidencial declaró lo siguiente: “Le entregué dinero a Carlos Raffo en cantidades de hasta 20,000 dólares. Había oportunidades en que las cantidades podían llegar a 5,000 u 8,000”. Por otro lado, el ex-jefe formal del SIN de esa época, Humberto Rozas Bonucelli, dijo en su instructiva: ““Sí, es cierto que de los fondos que manejaba Montesinos le pagaba a Carlos Raffo. Recuerdo que en dos oportunidades le entregué dinero a Montesinos para Carlos Raffo y que fueron 50,000 dólares en cada oportunidad”. Hasta el mismo Montesinos dijo lo siguiente del actual congresista de Alianza por el Futuro: “Conozco a Carlos Raffo pues me lo presentó el ex presidente Fujimori en Palacio de Gobierno, en la época que el Perú estaba en conflicto con Ecuador (1998). He mantenido con dicha persona estrechas relaciones. El objetivo era lograr la reelección de Fujimori para el periodo 2000-2005. Raffo ha concurrido en múltiples oportunidades al SIN para coordinar sobre el particular y recibir dinero”.

Estos hechos generaron una serie de investigaciones que mantienen a Raffo procesado por dos delitos: (1) complicidad en un delito de peculado promovido por Vladimiro Montesinos Torres, y (2) traición a la Patria. Sin embargo, solo hasta hace unos días este caso entró en la etapa más crítica para el publicista, ahora legislador, quien vio amenazada su tranquilidad cuando entró a debate la posibilidad de levantarse su inmunidad parlamentaria, con el fin de que responda, de una vez por todas, a las graves denuncias que ha venido esquivando hasta el punto de ser declarado “reo contumaz” por sus permanentes inasistencias a las citaciones que le cursó el Poder Judicial.

Sin embargo, Carlos Raffo nuevamente ha salido bien librado, gracias a la complicidad de los miembros de la comisión congresal a cargo del caso que, finalmente, decidió rechazar el levantamiento de la inmunidad, con lo que este agente mediático de la peor cara del fujimontesinismo puede seguir operando con su estilo descarado y sinvergüenza. Raffo, aquel que organizó mítines proselitistas con dinero mal habido y preparó fiestones para el ex-presidente ecuatoriano Jamil Mahuad en pleno conflicto con el Ecuador, que convocó a todo el ejército naranja de ese rezago llamado Grupo Parlamentario Fujimorista en el Teatro del Callao para celebrar el cumpleaños de Keiko Sofía Fujimori, a quien incluso dedicó una ridícula versión de Todo a pulmón, se ha ganado a pulso el título de El Publicista de la Corrupción.

¿Y USTED QUÉ OPINA?

¿Es correcto que se haya rechazado el pedido de levantamiento de la inmunidad parlamentaria de Carlos Raffo?

¿Usted cree cuando él afirma que jamás recibió dinero de Vladimiro Montesinos para la campaña electoral de Fujimori en el año 2000?

sábado, 8 de mayo de 2010

La política es el paraíso de los charlatanes. George Bernard Shaw.

domingo, 2 de mayo de 2010

"ALAN ME LLAMA CORRUPTO ¿A MÍ...?"


A pocos meses de ingresar a su último año, el segundo gobierno de Alan García tiene nuevamente como protagonista a la corrupción, con enormes escándalos que involucran a sus principales dirigentes. Además de los viejos conocidos como Luis Alva Castro, Hernán Garrido Lecca o Jorge del Castillo, tenemos sobre el escenario de esta ridícula real politik peruana a una nueva generación de actores, expertos en negar acusaciones a pesar de las evidencias, denunciar campañas en su contra y rechazar “tajante y categóricamente” cualquier investigación que demuestre su participación en actos dolosos. Uno de ellos, Omar Quesada Martínez, ha dado el salto de ser un desconocido ex-alcalde y presidente regional a las portadas de todos los diarios y revistas, gracias al negociado de tierras recientemente descubierto, que se produjo durante su gestión como director ejecutivo de Cofopri (Comisión de Formalización de la Propiedad Informal).

Quesada, actualmente Secretario General del Partido Aprista, ha gozado de un cómodo anonimato aunque tiene una carrera política relativamente larga. Entre 1992 y 1994 fue alcalde de Huanta (Ayacucho), a pesar de haber nacido en Trujillo y estudiado en una conocida universidad limeña. Posteriormente, con el apoyo firme de los llamados “cuarentones”, alcanzó la Presidencia Regional de Ayacucho, cargo que ejerció entre el 2003 y el 2006 adoptando siempre la estrategia del perfil bajo. Pero las ambiciones políticas de Quesada lo llevaron a hacerse notar cada vez más en la escuálida dirigencia aprista y ante la ausencia de “nuevos cuadros”, su nombre comenzó a aparecer con mayor frecuencia, respaldando por ejemplo a Jorge del Castillo y Carlos Arana, cuestionados permanentemente.

Además de su protagonismo como dirigente del partido de la estrella, Omar Quesada venía ejerciendo la dirección general de Cofopri, cargo que se vio obligado a abandonar en la última semana luego de que saliera a la luz el descarado tráfico de un terreno en Chilca de casi 300 mil metros cuadrados, con el fin de beneficiar económicamente a Oswaldo Chauca, un oscuro personaje de su entorno. Este hecho ha provocado la reacción airada del presidente Alan García Pérez quien, fiel a su estilo, no dudó en llamar “ratas”, “basuras” y “miserables” a sus compañeros involucrados. Ante esto, Quesada solo atinó a renunciar, decir que “no se siente aludido” por esas declaraciones y que está dispuesto a ser investigado sobre el particular.

Lo cierto es que Oswaldo Chauca Navarro, prontuariado militante aprista, adquirió el terreno en Chilca a un precio increíblemente bajo (casi 5 mil soles) cuando su valor real puede llegar hasta los 12 millones de dólares. Toda esta operación, que incluye una adjudicación nada clara del terreno en ciernes realizada por Cofopri, estuvo dirigida por Hernando Hidalgo Díaz, jefe zonal de Cofopri en Lima y Callao, hombre de confianza de Quesada, a quien conoce desde sus campañas para las elecciones municipales y regionales en las que ha participado. Chauca, además de ser conocido en toda la zona sur de Lima como traficante de tierras, ha sido sentenciado en diversas oportunidades, inclusive por robo a mano armada, como lo demuestra una investigación publicada en el semanario Hildebrandt en sus trece.

Omar Quesada trata de curarse en salud con sus renuncias públicas y declaraciones indignadas con respecto a su presunta participación en todo este nuevo capítulo de corrupción aprista pero las evidencias son irrefutables. Sus días de anonimato, durante los cuales se daba hasta el lujo de participar en celebraciones junto a otros personajes del actual gobierno como Carlos Arana y Nidia Vílchez, bebiendo pisco, seco y volteado, en el Brisas del Titicaca, se acabaron por completo. Ahora, expuesto en su real dimensión, no solo deberá explicar cómo nunca se enteró de estas transacciones producidas bajo su gestión, sino también otras perlas de su desconocido pasado como los cuestionamientos de ciertos sectores de la población huantina o la relación actual con su hermano Rolando, condenado a 12 años de prisión por narcotráfico. Toda una revelación en este nuevo catálogo de compañeros corruptos.

Y USTED ¿QUÉ OPINA?

¿Cree Ud. que el resto de los apristas nunca se enteraron de lo que hacía Quesada en Cofopri?

¿Omar Quesada realmente será investigado por Alan García?