miércoles, 24 de febrero de 2010

MUNICIPALIDAD DE LIMA: FOCO DE CORRUPCIÓN

Los vínculos de la empresa Comunicore, beneficiada en enero del año 2006 con el sospechoso y veloz pago de una deuda de S/.36 millones, efectuado por la Municipalidad Metropolitana de Lima, no se limitaron a sus acuerdos privados con la transnacional Relima, titular original de la deuda. Según documentos recientemente revelados, existirían dos nexos entre la Municipalidad de Lima y Miguel Garro Barrera, cerebro de la millonaria operación, vinculado a Comunicore:

El primero es nada menos que el gerente municipal de la comuna limeña, Carlos Chávez Málaga, inamovible en la administración metropolitana desde 2003 y hombre de máxima confianza del alcalde Luis Castañeda Lossio desde que presidió el ex Instituto Peruano de Seguridad Social (IPSS) y la Caja de Beneficios y Seguridad Social del Pescador, instituciones en las que Chávez Málaga ocupó cargos gerenciales del más alto nivel.

Aproximadamente un año después de efectuado el pago de los S/. 36 millones a Comunicore, Chávez Málaga, entonces gerente administrativo del municipio, fue convocado por su amigo Miguel Garro para que asesorara a una de sus empresas: CSI Perú Logistics S.A., compañía dedicada al transporte de carga aérea, terrestre y marítima, courier y mensajería de valores, caudales y giros.

Y a pesar de que la ley prohíbe a los gerentes municipales prestar asesorías en entidades privadas en su calidad de funcionarios públicos, el 1 de agosto de 2007, la empresa de Garro y Chávez firmaron un contrato por tiempo indeterminado mediante el cual el gerente de Luis Castañeda se comprometía “a prestar sus servicios de asesoría en temas administrativos a favor de CSI” y recibiría honorarios mensuales de US$3,000. Sospechosamente Chávez renuncia el 28 diciembre de 2009, apenas se difunden las primeras noticias acerca de Comunicore.

El segundo vínculo sería a través del abogado Guillermo Palacios Dodero, socio de Garro y a la vez asesor externo de la comuna de Lima mediante su estudio Palacios & Torrejón Abogados, que en marzo de 2006, dos meses después de que se cobrara la deuda, ayuda a Comunicore a borrar sus huellas, tramita su cambio de nombre y coloca en los cargos directivos a tres humildes pobladores de los cerros de Comas: una señora iletrada, un cerrajero y un vendedor ambulante.

El principal socio del estudio, el abogado Guillermo Palacios Dodero, es, a su vez, apoderado de CSI Perú Logistics S.A., la empresa de Miguel Garro. Además, entre mediados de 2007 y fines de 2009, el estudio Palacios & Torrejón fue, igualmente, proveedor de servicios legales del municipio, como consta en las distintas listas de proveedores de la comuna.
(Fuente: Perú 21)

Y USTED QUE OPINA:
¿El alcalde Castañeda desconoce de estos actos fraudulentos?


Anónimo dijo:

Ya caerán, es el principio del hilo de toda la madeja de corruptos, en la gerencia de transporte urbano de la Municipalidad de Lima además de cobrarle a los taxistas lo que les da la gana, se tiene que pagar para ingresar carros nuevos, 300 dólares al hombre de confianza de Javier Baraibar, el mismo César Luyo quien antes fue su procurador y ahora es su caja .

1 comentario:

  1. ya caeran es el principio del hilo de toda la madeja de corruptos, en la gerencia de transporte urbnano de la municipalidad de lima ademas de cobrarle a los taxistas lo que les da la gana, se tiene que pagaqr para ingresar carros nuevos, 300 dolares al hombre de confianza de jabier baraybar, si el mismo cesar luyo quien antes fue su procurador y ahora es su caja

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