Fuì residente de New York durante una década, cuando se decía que la ciudad estaba en su peor momento de criminalidad, y siempre estuve consciente de innumerables dificultades que tienen las grandes ciudades como esta, sin embargo nunca sentí, ni experimenté la excesiva peligrosidad que se vive en Lima o en el norte del Perú. Esa que los medios de comunicación peruanos quieren equiparar con Nueva York para resaltar la presencia de Rudolph Giuliani, ex alcalde de Nueva York apoyando la candidatura de Fujimori. Amante de conciertos, lecturas de libros, conferencias, me moví mucho por la ciudad, inclusive a altas horas, y nunca fui testigo de ningún incidente.
Las cosas no son como las quieren pintar en el video del programa DE PELÍCULA, que yo creí que se dedicaba a difundir películas, no a crearlas. Cuando sucedieron los ataques de septiembre 11 la criminalidad bajó increíblemente por un factor emocional, los newyorkinos se sintieron hermanados, el dolor, la rabia, el miedo, por la crueldad con la que habían sido atacados y eso despertó la soldaridad entre sus ciudadanos, entre ellos y con el mundo. Por supuesto el Alcalde en turno capitaliza el momento, claro que él trabajó pero es una exageración tendenciosa decir que las cosas estaban como lo presenta este documental que aprovecha su supuesto corte de entretenimiento para sorprender a sus distraidos televidentes. No había tanta criminalidad y la que había bajó por hechos circunstanciales, además Estados Unidos cuenta con un Poder Judicial más fuerte, bastante imparcial aunque claro está no exento de algunas manchas.
Son todos esos elementos, que no se consiguen por arte de magia con una visita de Giuliani a Perú, los que contribuyen eficazmente para que existan mayores garantías de justicia en un país. En el Perú las cosas son lo contrario, todo contribuye para la impunidad.
Finalmente tengo entendido que la visita de Guliani a México costó US$ 124 millones y no tuvo ningún resultado ante la violencia que desangra a ese país. Estamos hablando de distintas realidades y ni con gurús mediáticos casi "estrellas de cine", ni solo construyendo más cárceles vamos a combatir la delincuencia. Necesitamos mejor educación para todos y cada uno de los niños peruanos, darles oportunidades. Jamás venceremos ni a la delincuencia, ni a la pobreza, si no abrazamos a la justicia.
Ruth Marques.
Peruana residente en Estados Unidos de 1975